Por: Michel Laforge y Nicoletta Marinelli
Entre el 14 y el 26 de enero de 2019, Michel Laforge, coordinador del proyecto Tejiendo lazos, ha realizado una misión exploratoria a Guyana Francesa con el fin de conocer más a fondo a la Fédération des Organisations Autochtones de Guyane (FOAG), una de las 9 organizaciones territoriales que son parte de la COICA y poder diseñar actividades de intercambio en materia de derechos indígenas y derechos territoriales en conjunto con las organizaciones indígenas base territorial.
La visita permitió mantener reuniones con líderes y lideresas de la FOAG y con otros informantes relevantes, para profundizar sobre la situación actual de movimiento indígena en Guyana Francesa. Se realizó también un encuentro con líderes de Kamuyeneh, del pueblo ancestral Parykweneh, para evaluar la situación de derechos de pueblo Parykweneh.
Entre otras actividades, se realizó una visita a la zona este de Saint Georges, fronteriza con Brasil; se asistió a reunión del Gran Consejo Tribal en Saint Laurent de Maroni (zona este) y con responsable de la alcaldía de Makouria, territorio donde habita el pueblo Kamuyeneh.
La situación de los pueblos indígenas de la Guyana Francesa
Una densa selva ecuatorial cubre 90% del territorio francoguayanés. Aquí viven seis diferentes pueblos indígenas: Kali’na, Pahikweneh, Lokono, Wayana, Wayapi und Teko. El número exacto de los pueblos indígenas es difícil de determinar debido a que el gobierno francés no permite un censo que abarque también a las minorías étnicas. Las organizaciones indígenas, incluyendo la FOAG, estiman la cantidad de la población indígena cerca de 19.000 personas, lo que representa aproximadamente un 10% de la población total de la Guayana Francesa (280.000).
Los pueblos indígenas en Guyana francesa viven en una situación de abandono y postergación por parte del Estado francés. A escasos 30 km de la capital Cayenne, y a igual distancia de la Estación Europea de Lanzamiento Espacial, existen aldeas que no tienen acceso a agua potable ni electricidad.
La educación escolar no es sensible a la identidad indígena de estos niños y niñas, e inclusive, las alcaldías establecen medidas para obligarlos a salir de sus aldeas a escuelas donde se les impone un aprendizaje en francés.
Los jóvenes tienen escasas oportunidades de formación y trabajo y, según relatan personas locales, hay un fenómeno reciente de jóvenes que se convierten en mulas de narcotraficantes surinamenses; en algunos casos, están detenidos en prisiones en Francia, muy lejos de sus familias.
“Hay mucha resignación y apatía en las diferentes comunidades indígenas, pero, felizmente, algunas organizaciones indígenas empiezan a federarse alrededor de la FOAG” cuenta Claudette Labonte, lideresa de FOAG.
En Francia Metropolitana, en vez de describir esta situación catastrófica, las únicas noticias que llegan sobre Guyana están relacionadas con la oposición a un proyecto gigantesco de mina de oro (Montagne d’Or); sin embargo, esta oposición parisina parece estar muy alejada de la realidad territorial y muy poco sensible a la situación real de los pueblos y a sus reivindicaciones.
La República Francesa, cuna de la declaración de los Derechos Humanos, parece no garantizar los derechos fundamentales y el principio de igualdad de las ciudadanas y ciudadanos indígenas que viven en su territorio sudamericano.